21 de octubre de 2011

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha


Es para nosotros, en El Libro Tuitero, un honor ofrecer "Don Quijote de La Mancha" a nuestros amigos y lectores.  Considerada una obra monumental de la literatura de todos los tiempos y la obra máxima en idioma castellano escrita por Don Miguel de Cervantes, Don Quijote es una novela ambientada en la España medieval y narra las aventuras de don Alonso Quijana, un hidalgo tan aficionado a los libros de caballería que, ganado completamente por su cada vez más absorbente afición, pierde de pronto el juicio y da en creer que él puede ser un caballero andante; y es así como se convierte en don Quijote de la Mancha y se lanza al mundo en busca de aventuras, las cuales vive en compañía de su fiel escudero "Sancho Panza".

Los caballeros andantes, que el famoso hidalgo conocía bien a través de sus lecturas, eran guerreros legendarios que en un tiempo habían recorrido el mundo ayudando menesterosos, socorriendo desvalidos y haciendo justicia allí donde ésta faltaba. Eran además conocidos por su inquebrantable valor, por su fuerza descomunal y por su condición de devotos enamorados de hermosísimas damas a quienes se encomendaban antes de enfrentar cada batalla. 

Pero estos seres, por supuesto, vivían solamente en los libros; sin embargo la locura de Don Quijote iba en eso precisamente, en creer que los caballeros andantes habían existido en realidad y que además, habían sido tal cual los libros los describían.Empeñado entonces, en su locura, en ser el más grande caballero andante que alguna vez haya caminado la tierra, el desdichado hidalgo se agenció como pudo de todos los instrumentos que tal profesión exigía, además de un “brioso corcel” (que en realidad era un caballo viejo y flaco a quien llamó Rocinante), y como no podía haber caballero que se respete sin dama a quien encomendarse antes acometer cada batalla y ofrendar la victoria una vez ésta conseguida, su afiebrada imaginación dio en convertir a Aldonza Lorenzo, una humilde labradora del lugar, en Dulcinea de Toboso, la dama de sus sueños. 

Muchas de las frases más celebres de nuestro idioma vienen de esta obra de Cervantes, otro tanto ocurre con nuestro imaginario colectivo y en el fondo todos tenemos un poco de Quijotes y nos enfrentamos a dragones que, no son más que Molinos de Viento.

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